3 de noviembre de 2010. SANTO DOMINGO

PRD denuncia acentuada baja en capital del BR
El Partido Revolucionario Dominicano denunció esta mañana grandes distorsiones en las cifras oficiales sobre el desempeño económico del gobierno y llamó la atención sobre la delicada situación que representa la caída de un 9.39% a un 6.92 en el total de capital neto del Banco de Reservas, mientras las autoridades del Banco Central y la Superintendencia de Bancos no están prestando la debida atención a lo que constituye una acentuada pérdida de solvencia del banco estatal.
Los detalles fueron ofrecidos en rueda de prensa por Andrés Dauhajre hijo, director de la Unidad de Políticas Públicas; Arturo Martínez Moya, director Adjunto de la Comisión Económica; José Luis Malkun, Feliz Santana García, Francisco Rosa Castillo, Eugenio Taveras Almánzar, Jesús Santana y Salvador Emilio Rosa, integrantes de la comisión.
Los economistas del PRD dijeron que entre las graves distorsiones en que incurre el gobierno al falsear las cifras económicas, están la de mentir al Fondo Monetario Internacional al informarle en un documento anexo a la Carta de Intención del pasado mes que el déficit fiscal del gobierno fue de 29 mil 500 millones de pesos, cuando fue de 63 mil 837.8 millones.
Otras mentiras que atribuyen al gobierno peledeístas son relativas a la deuda pública consolidada, la presión tributaria, el crecimiento del PIB, entre otras distorsiones debidamente documentadas. Dado el alto interés de estas informaciones, transcribimos la declaración en su totalidad:
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LAS MENTIRAS ECONOMICAS DEL PLD
Mentira sobre la deuda pública consolidada
El Banco Central afirma que la deuda del sector público consolidado asciende a US$18,069.6 millones. Sin embargo, ese monto excluye US$473.2 millones de la deuda con el sector eléctrico, US$341.1 millones de deudas con suplidores y contratistas del Estado, US$960 millones de deudas de las EDES con acreedores financieros y suplidores de bienes y servicios excluyendo electricidad, US$275 millones de la deuda encubierta del Gobierno con el Banco de Reservas correspondientes a préstamos de ese banco a contratistas garantizados por el pago eventual de cubicaciones realizadas, US$702.9 millones de la deuda del Banco Central con entidades financieras por depósitos remunerados de corto plazo, y US$ 803.5 millones de deuda o pasivos externos del Banco Central no incorporados en su estimado. Cuando se incorporan estos esqueletos, la deuda pública consolidada asciende a US$21,534.6 millones, lo que arroja una mentira de US$3,465 millones.
No incluímos en nuestro estimado las deudas del CEA, CORDE, la Lotería Nacional, Autoridad Portuaria, INESPRE, Banco de Reservas, Banco Agrícola, y BNV ni los atrasos acumulados por el Gobierno y el resto del sector público en el pago de las cotizaciones al sistema de seguridad social.
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Mentira sobre el déficit del Gobierno Central
El Banco Central y el Ministerio de Hacienda le entregaron al FMI una tabla sobre las Cuentas Fiscales anexa a la Carta de Intención del 7 de octubre pasado donde muestran que el déficit fiscal fue de RD$29,500 millones en el primer semestre del 2010. Otra mentira más. El déficit del Gobierno Central, sobre la base de lo devengado, ascendió a RD$63,837.8 millones en el período enero-junio del 2010, el cual se financió con recursos externos netos por RD$27,901.9 millones y con recursos internos netos por RD$16,792.9 millones, como se puede comprobar con las publicaciones de la Dirección General de Crédito Público. El resto del déficit se financió con los atrasos que acumuló el Gobierno con el Banco Central, acreedores de deuda pública, generadores, empresas de gas, contratistas y otros suplidores por un total de RD$19,143 millones. Por tanto, esta es una mentira de RD$34,338 millones.
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Mentira sobre el nivel y el crecimiento del PIB
El Banco Central sostiene que el PIB en el 2009 alcanzó la suma de 1 trillón 678 mil 763 millones de pesos, un nivel superior al valor total de las ventas de bienes y servicios a compradores domésticos y extranjeros registradas en el 2009 por la DGII, las cuales ascendieron a 1 trillón, 654 mil 756 millones de pesos, un fenómeno que no ha tenido lugar en ningún otro país del planeta, pues el PIB es una suma de valores agregados y por tanto, debe ser inferior a la suma de valores totales.
El abultamiento se debe a que el Banco Central sobrestima el PIB de sectores como el de comunicaciones. Mientras los datos de la DGII revelan que la participación del sector comunicaciones en la economía es cercano al 5.4% del total, el Banco Central afirma que en el 2009 la participación de dicho sector fue de 17.2% del PIB, lo cual es un disparate, pues en países de mayor cobertura y penetración de las comunicaciones como Chile, México y Brasil, la participación promedio de este sector es de un 3%.
Miente también el Banco Central sobre el crecimiento del PIB. Mientras la DGII indica que las ventas de bienes y servicios a compradores domésticos y extranjeros cayeron en el 2009 en 6.3% en términos nominales y 10.8% en términos reales, lo que debió reflejar una caída del PIB real de 4% ó 5%, el Banco Central inventó un crecimiento de 3.5% nadie vio ni percibió.
Mientras la DGII registra que las ventas totales del sector comunicaciones crecieron en 2.6% del 2007 al 2009, el Banco Central fabricó un crecimiento del PIB de comunicaciones de 42.4% en el mismo período.
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Mentira sobre la Presión Tributaria
El Gobierno del PLD afirma que la presión tributaria fue de 13% en el 2009. Ese es un dato mentiroso, pues si se elimina la sobre-estimación del 15% del PIB y se incluye cerca de un 3% que representan los aportes a la Seguridad Social y otras contribuciones del sector privado al Estado, la presión tributaria real supera el 18%.
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Mentira sobre la Solvencia de Banreservas
Finalmente, las Autoridades Monetarias y de la Superintendencia de Bancos alardean sobre la solvencia del Banco de Reservas. Queremos alertar al país que las autoridades del Banco Central y de la Superintendencia de Bancos no están prestando la atención debida al creciente deterioro de la solvencia del Banco de Reservas, el cual se ha venido descapitalizando aceleradamente en los últimos años. Mientras en el 2007, Banreservas tenía un Capital Neto equivalente a 9.39% del Total de Activos, en septiembre pasado su Capital Neto había caído a 6.92%, muy por debajo del requerido por la normas bancarias vigentes.
Según la Agencia Calificadora de Riesgo Fitch, en su última evaluación del Banco de Reservas, sostiene que “la Calificación Individual de Banreservas se ve limitada por sus decrecientes niveles de rentabilidad, su reducida base de capital y el deterioro de los indicadores que miden la calidad de sus activos.” Sostiene que “un mayor deterioro de los indicadores que miden la calidad de sus activos y/o de los niveles de capital, provocarían una disminución de la Calificación Individual.” Afirma que “el estancamiento de la cartera con el sector privado y los préstamos atrasados en dicha cartera, elevaron el índice de morosidad de la misma a 11.4% en diciembre del 2009”, un nivel preocupante. Fitch indica que “la exposición al riesgo con el sector público (préstamos y valores) aumentó 7.7 veces a diciembre del 2009, un nivel que se puede considerar elevado debido a la relativamente baja calificación soberana de la República Dominicana.”
Visto lo anterior, las Autoridades Monetarias y de la Superintendencia de Bancos le harían un mejor servicio al país si en vez de estar fabricando mentiras al por mayor y detalle, concentrasen sus esfuerzos en evitar que Banreservas termine dejando al país un hoyo varias veces mayor que el dejado por Baninter en el 2003, agujero que se inició en 1989 y se aceleró en el período 1996-2000, bajo el primer gobierno del PLD.

-FAFA TAVERAS-

Este contrato constituye las más grande estafa de los últimos 100 años contra la nación dominicana de ahí la importancia de su análisis por las fuerzas populares, este motivo nos impuso el deber de la participación en el taller auspiciado por la Alcaldía de Cotuí y un amplio conjunto de fuerzas progresistas, a pesar de la satisfacción que nos causa la presencia de tantos auténticos líderes sociales, no podemos evitar sentir que en este acto hacemos un descenso al lugar del crimen,

La humilde contribución que podamos hacer será: ¡Por la Salvación del Río Yuna!

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Solo la inversión pública ha sido reducida por el Gobierno
 Escrito por: JUAN BOLÍVAR DÍAZ

A pesar de que el presidente Leonel Fernández reconoce que el último año ha sido realmente difícil para la economía nacional, aparentemente todavía no contempla la menor restricción en el gasto corriente, especialmente en el de personal, que ha seguido creciendo, elevando la nómina pública casi a 600 mil empleados, incluidos 95 mil pensionados, según dio cuenta esta semana el reputado economista Carlos Despradel.

Los datos disponibles indican que en el primer cuatrimestre del año el gasto de personal del Gobierno se incrementó en 20 por ciento, proporción más significativa si se tiene en cuenta que es en relación al primer cuatrimestre del año pasado, pleno período de la campaña reeleccionista que elevó la repartición del patrimonio público y originó un déficit fiscal superior a los 55 mil millones de pesos. Ya al reportarse los resultados del primer trimestre de este año, se registró el crecimiento del gasto de personal, lo que el secretario de Hacienda, Vicente Bengoa, quiso justificar por el incremento salarial dispuesto en julio pasado.

Pero este fue del 15 por ciento y sólo para los empleados que perciben hasta 30 mil pesos mensuales. A partir de agosto pasado el presidente Fernández auspició un festival de incremento de las botellas como premios políticos a sus últimos devotos, mientras sostenía que lo peor de la crisis económica internacional ya había pasado y que no veía cómo podía afectarnos. Entonces escribimos que si el mandatario aceptaba la realidad no podría mantener esa expansión del gasto. Pero resulta que esta semana en una disertación en un seminario internacional, el doctor Fernández se despacha con que desde marzo del año pasado ha tenido que afrontar “el período más grave y severo, de mayores precariedades a nivel de Gobierno que yo he sentido en todo el tiempo que he estado en el ejercicio gubernamental”.

Pero aún así el número de empleos estatales y los niveles de los altos salarios siguen en ascenso, al igual que las reparticiones que se realizan a través del programa Solidaridad, que ya abarca a más de 800 mil personas, lo que implica que un millón 400 mil reciben ingresos del Estado, en baja proporción altísimo y la gran mayoría ínfimos. La carga es desproporcionada para un país con tantas precariedades estructurales, donde todos los días la población tiene que realizar disturbios en reclamo de satisfacción a necesidades elementales, como las de agua potable, energía eléctrica, reparación de calles, caminos y carreteras, construcción de escuelas y centros de salud.

Con una disminución de sus ingresos estimada en un 20 por ciento en el primer cuatrimestre, es inconcebible que el gasto de personal siguiera en ascenso. Pero contrasta e irrita saber que en ese período a educación y salud se destinó un 17 por ciento y un 21 por ciento menos de lo presupuestado, como documenta Edwin Ruiz en un reportaje en el semanario Clave.

Es obvito que este Gobierno se acostumbró a un nivel incontrolado de gastos, gracias a las cuatro reformas tributarias realizadas entre 2003 y 2007, que elevaron sus ingresos en un 143 por ciento entre el 2004 y 2008, período en el que la inflación no pasó del 30 por ciento. Y ahora no puede dar ni la mínima señal de austeridad en medio de una crisis económica que está lejos de ser superada.

Lo que sí ha reducido significativamente el Gobierno es la inversión pública, en un alarmante 70 por ciento en el primer cuatrimestre, lo que explica tantas obras paralizadas y tantas calles, carreteras y caminos vecinales en crítica situación, lo que a su vez explica la multiplicación de las protestas sociales.

Como ni a un loco se le ocurriría hablar ahora de una nueva reforma tributaria, el Gobierno cifra todas sus expectativas en endeudamiento externo e interno, éste último en términos alarmantes desde mediados del año pasado. Y se habla de empréstitos como si la carga de la deuda no fuera el pretexto que el mismo presidente Fernández ha aducido para tratar de justificar las mínimas proporciones que seguimos destinando a educación.

Toda la sociedad debería exigir al Gobierno un plan de austeridad, o por lo menos una congelación del gasto corriente, especialmente del de personal. Y rechazar la carrera de endeudamiento que es al parecer la única estrategia gubernamental para enfrentar la crisis económica, que no olvidemos tiene un importante componente de origen nacional.